Na obra “La gacela” trátase un tema moi importante e actual como é a axuda para o desenvolvemento, axuda que soen prestar os gobernos e outras organizacións dos países ricos, ou non tan ricos, do chamado primeiro mundo, ós países pobres ou do terceiro mundo.
Para reflexionar sobre este tema, deixamosvos aquí dous fragmentos da novela, nos que suliñamos ó máis salientable relativo a este tema da axuda ó desenvolvemento. Lerémolos na reunión e abriremos o debate en torno ó dereito, lexitimidade, ou como queira chamárselle, dos países ricos a “interferir” no desenvolvemento dos pobres. Por que o fan realmente? Que os move a facelo? É unha axuda desinteresada ou pola contra pode ser unha especie de reparación de abusos, por non dicir crimes históricos, como parece querer dar a entender Albert na súa réplica a Gerard?
Os que non asistides á reunión podedes deixar a vosa opinión ó respecto nos comentarios, a ver se logramos abrir un debate no blog. Animádesvos? Que pensades?
Discurso de Kees, o misioneiro (páxs. 82/83)
“-¡Hoy por ti, mañana por mí! –exclamó Kees con risa áspera-. Os digo que esto ha empezado y ya no habrá quien lo pare. Deberíamos dejar de soñar de una vez –y las siguientes palabras salieron de su boca como un torrente-: ¡Sólo hemos arañado la superficie, os lo digo yo! ¡Sólo la superficie! Vinieron los belgas y amontonaron sobre los bantúes su maldita civilización europea, creyendo que habían traído la cultura al Congo. ¡Casi nada! ¡Cultura habrían podido encontrar aquí más que de sobra! Los caballeros colonialistas estrechos de miras y su idea de cultura…El inodoro como cima de la cultura. ¡Es para morirse de risa! Y ahora que se han ido, ¿qué es lo que ha cambiado en Kinshasa? Yo os lo diré: ¡Nada! Los mismos consorcios internacionales prosiguen la explotación, sólo que ahora participan en ella algunas caras negras. Cobre, carbón, estaño, cobalto. ¡Estupendo, hombre! Nada ha cambiado. Pero aquí, en la selva, aquí sí que está cambiando algo. ¿Lo habéis notado?…
Sólo hemos arañado la superficie. Pero a las almas de estas gentes, a sus almas, no hemos llegado. Porque nos es imposible llegar hasta ellas. ¡Ja!
Discurso de Gerad, o Chacal (páx. 88):
“Ni siquiera después de un año podría usted contestar a esa pregunta –prosiguió-. Sin embargo, hay personas que nada más poner el pie en nuestro país pretenden iniciar los cambios. Labran la tierra y siembran la hierba que han traído consigo porque no les gusta la nuestra. Son personas muy listas. ¿Me equivoco?
Callé. No sabía qué replicar.
–Y son huéspedes corteses, ¿verdad, monsieur? Como no les gusta el cuarto de invitados, lo vacían y colocan sus propios muebles dentro. Eso resulta la mar de práctico, ¿no le parece? Pretenden cambiar a su antojo incluso el paisaje que rodea este lago. Traen máquinas y tractores con los que ensayan todas las variedades de hierba habidas y por haber. Enseguida se sienten como en su casa y, sin embargo, ni siquiera saben si podrían vivir en este país. Pero eso tampoco importa. Si termina por no gustarles, lo dejan todo plantado y desaparecen de nuevo…
-¡Pero l o hacen con buena intención! –exclamé con energía.
-Seguro. Los belgas también tenían muy buenas intenciones en su época. Todos los blancos vienen a África con buenas intenciones.
-La alimentación, quiero decir… Los niños pequeños con la…
Me interrumpió con aspereza.
–Los niños pequeños con la tripa hinchada por la mandioca… Es lo que usted iba a decir, ¿no? Trastornos alimenticios. Carencia de proteínas. Mala salud. ¡Claro, claro! Escasa higiene. Yo le pregunto: si los europeos no hubieran venido a este país, ¿tendrían también hoy los niños pequeños sus barrigas hinchadas por la mandioca?
–Pero hay que intentar reparar la injusticia de la época colonial. Con espíritu de colaboración es posible…
Súbitamente me interrumpí. La protesta me parecía ridícula hasta a mí mismo.
Eu, que pese a estar ausente vos sigo na sombra, debo dicir que esta publicación me recordou ao texto dunha obra de teatro que vin hai pouco, e que vou pegar aquí porque me parece oportuno (aínda que tal vez un pouco bruto). A obra a que pertence este fragmento titúlase “Agamenón. Volví del supermercado y le pegué una paliza a mi hijo”, e foi escrita por Rodrigo García. Creo que reflexa perfectamente a diferencia entre o mundo industrializado e o non industrializado, e tamén deixa ben claro o tema das (non) axudas ó desarrollo. En certo modo é o mesmo que o fragmento que vós amosades, pero dende a perspectiva dos “ricos”. Pido desculpas pola súa extensión, mais acho necesario incluir o fragmento enteiro.
“Y mientras comemos las alitas de pollo
Que ni son alitas ni son pollo ni son nada
Y sorbemos Coca Cola con pajita como tres subnormales
Con la cara de subnormal que se te pone cuando
chupas un refresco con pajita
Pienso en lo trágico
En el concepto de lo trágico
Y abro una nueva cajita de cartón llena de alitas de pollo frito
Con salsa barbacoa y salsa mayonesa chorreando por encima
Y se la enseño a mi familia y les digo: ¿A que es trágico?
Y mi hijo me dice:
Son alitas de pollo frito
No, no son alitas de pollo frito, le digo, gilipollas
Y saco las alitas y trazo sobre la mesa
un esquema perfecto y comprensible de la TRAGEDIA con las alitas de pollo frito
(…)
Y mi hijo se parte el culo de risa
Y le explico que la TRAGEDIA
empieza en el mundo industrializado
Que la TRAGEDIA siempre ha empezado donde estaba el
DINERO y la comida
Y que luego la han mandado fuera
La han colocado fuera
En forma de
bomba atómica
SIDA hambre sequía o dictadura
Y le digo
Un hombre que se tira al vacío
desde una torre en llamas en Manhattan experimenta la misma crueldad e injusticia
que un hombre que muere de hambre
en Tucumán o Ruanda víctima
del liberalismo económico
Pero la prensa se empeña
en difundir que son cosas completamente distintas
Y llaman terrorismo a lo que les conviene
A lo que les sirve para ganar dinero
Y divido la TRAGEDIA en siete actos
Y a cada acto le pongo el nombre
de uno de los países más ricos del mundo
Una alita de pollo frito: Alemania
Otra alita de pollo frito: Japón
–Y le digo a mi familia: vamos escribiendo los nombres
con mostaza, ketchup y salsa barbacoa al lado de cada alita–
Otra alita de pollo frito: Francia
Otra alita de pollo frito: Gran Bretaña
Otra alita de pollo frito: Canadá
Otra alita de pollo frito: Italia
Y en medio, una pechuga de pollo entera: Estados Unidos
Y viene la camarera y me dice
Usted ya está mayor para jugar con la comida
¿Quiere que llame al guardia de seguridad?
Yo no juego con la comida, le digo
Estoy explicando a mi hijo el significado de la TRAGEDIA
Y la camarera me dice: no entiendo
Y el segurata que se acaba de acercar a la mesa
Con la mano en la porra dice: yo tampoco
Y mi hijo dice:
Pues es muy fácil, capullos
Las alitas de pollo son las grandes potencias
Representan el mundo industrializado
Y si la TRAGEDIA se planifica desde el mundo industrializado la cuestión que nos planteamos es :
¿Dónde hay que ir a buscar la ESPERANZA?
Y yo me quedo perplejo por lo bien que ha entendido mi hijo la historia de la TRAGEDIA
y cómo, sin yo decir nada,
acaba de apuntar la idea utópica de
ESPERANZA
Y le digo al segurata
La ESPERANZA hay que ir a buscarla a otra parte
Y tú nos vas a ayudar
La ESPERANZA puede estar en cualquier rincón de la Tierra
El problema es dar con ella
Vamos a suponer que la ESPERANZA está en aquella otra
mesa
Donde come esa familia
Déjanos la mesa libre, que la necesitamos para el ejemplo
Y el segurata va y saca a toda la familia a patadas de la mesa
Está encantado con esto de la TRAGEDIA
Mientras, le digo a mi hijo,
tú vas y coges de la basura
todos los desperdicios de todo el restaurante
Te traes todo lo que quedó medio mordido,
los huesos, la piel del pollo, te traes lo que encuentres
Y al segurata le digo:
Mira, pensándolo bien, me parece
que vamos a necesitar el local entero
No hay problema, dice el segurata
Y pela el revólver y suelta seis tiros al aire
y en cinco segundos
no queda ni dios en el Kentucky Fried Chicken
Mi mujer va a buscar más bebidas
Los camareros nos limpian las mesas
Y yo les digo: vamos a llenar todas las mesas con la basura que traiga mi hijo
Y así os explico el concepto de ESPERANZA Y están todos la mar de ilusionados
(…)
Y mi hijo entra al Kentucky con dos sacos industriales a reventar de su propia basura
Y todos empezamos a echar
sobre las mesas vecinas a la nuestra
kilos de huesos de patas de pollo,
huesos de tórax de pollo,
huesos de alitas de pollo,
pieles, pellejos, croquetas medio mordidas de pollo, botecitos con salsas para pollo,
servilletas sucias con pedazos de pollo, vasos de Coca Cola,
pajitas mordidas
Helados medio derretidos…
Y yo les digo: ¡muchachos, ya está! Venid y sentémonos en nuestra mesa
Y están todos como locos de contentos, hasta los cocineros salieron a sentarse con nosotros
Y les largo:
mirad esta mesa:
…Alitas de pollo frito: Alemania, Japón…etcétera siete potencias mundiales, siete alitas
Y mirad alrededor … ¿qué hay?
Basura, dicen
¿Basura?
Pero ¿cómo que basura? ¡No me seáis hijos de puta!
Y mi hijo me mira y me dice
en voz baja:
En las demás mesas hay ESPERANZA, que es precisamente
lo que no hay en esta mesa
¡Y yo le doy un puñetazo en el pecho al chavalote!
¡Muy bien, chaval!
Exactamente: en esta mesa está la riqueza y en el resto
la ESPERANZA
Pero nadie quiere acercarse a la ESPERANZA
Porque para rescatar la ESPERANZA de entre tanta basura hay que pringarse bien pringado
Hay que soltar el DINERO
La ESPERANZA funciona con DINERO,
como los motores funcionan con
gasolina y mi cuerpo con mi sangre
La ESPERANZA no es un sueño; es un proyecto
La ESPERANZA empieza por un cambio de voluntades
De actitudes, y se materializa en proyectos
Y el segurata me dice: no me hagas reír, capullo
Y la cocinera del Kentucky dice:
Sabemos perfectamente cuáles son esos planes
Qué proyectos tiene cada partido y qué proyectos tiene cada empresa
Y por eso podemos afirmar que no hay ESPERANZA posible
Y mi mujer se echa a llorar, la gilipollas
Y la cajera del Kentucky se echa a reír
Y la de la limpieza dice: iros todos a tomar por culo
Mirad como habéis dejado el restaurante
Y yo estoy tranquilo
porque el segurata ya vació el revolver y no le queda ni una sola bala
–cosa que me serena–
Y mi hijo se vuelve poeta y estúpido y dice:
Desinteresados por compartir la ESPERANZA
trabajan a destajo en el empeoramiento
de la vida y hacen
propaganda: llaman terrorismo a la simple y natural venganza
Y yo digo: Un momento, gilipollas
Llegó la hora de aclarar las cosas
Siempre llega el momento de aclarar las cosas
(…)
Y el cocinero toma la palabra:
La diferencia entre Italia y Angola
Es que en Angola el gobierno ha decidido repartir la miseria por partes iguales
a lo largo y ancho de todo el territorio mientras que en Italia el gobierno ha decidido que el Sur coma mierda
mientras el Norte diseña muebles y ropa
y descorcha botellas de champagne
Y el gilipollas de mi hijo dice:
En el sur está la ESPERANZA Pero qué cojones importa
Si en el norte no está la voluntad
Y yo les suelto: no me pongáis triste, capullos ¡No me jodáis la tarde!”
E así, con estas pintas, se “reparan” as inxustizas do colonialismo.
Un abrazo moi grande para todos
Xenial, Laura, de p.m., ainda que contesto a unhas intempestivas horas a.m. Que che parece se recollo o texto que nos aportas e cando teña un momento o poño nunha entrada?. Creo que merece por dereito propio unha entrada, e non é que os comentarios sexan menos importantes que as entradas, pero visulízanse máis estas. Paréceche? Unha aperta moi forte do Bibliotea e tamén persoal. Un pracer saber de ti.
Por min estupendo. De feito recomendo a lectura completa da obra. Lida non chega nin á metade de forza e dureza que representada (eu de feito lina despois de tela visto, e deixoume bastante tibia), pero non creo que a volvan representar, e neste caso é mellor algo que nada. Téñoa en pdf, ¿envíovola?