Acaba de morrer Leopoldo María Panero. No artigo “Leopoldo María Panero, maldito sea” publicado onte no País aparece este poema inédito
En cuanto a la tristeza como modo de venerar la libertad no libre del delirio
Diré lo mismo de otra forma porque la repetición es un señuelo casi inteligente
Ciertamente la mano polvorienta de un enano
Enseña a los hombres un pez
Significando la poesía
Que se opone bastardamente a la verdad
Que rumia aforismos en pie sobre las tumbas
Sobre las que llora el ruiseñor
Como una bruja significando el silencio
Con un vaso de placenta enemiga de la verdad
La poesía como un hombre enemigo del hombre
Azuzando a sus perros
Para que persigan la eternidad que venden los relojeros.
Del poemario Rosa enferma, que publicará en otoño Huerga y Fierro.
Fillo do poeta Leopoldo Panero, home culto e maldito, fixo unha poesía que filtra esa lucidez metálica e sonora daqueles homes que sempre perderon e que foron perseguidos pola depresión, a tristura que molla ata os osos e o desencanto. Ainda que o mellor é atopalo a través da súa obra ( e tirarnos a ela sen paracaídas, como el vivía) podemos coñecelo se vemos a película El desencanto, de Jaime Chávarri. Aquí queda un fragmento da mesma:
Agora terá, xa para sempre, ese merecido descanso que non atopou nunca aquí e nós temos (mentras vivamos) a súa obra para entender mellor as flaquezas e os demonios da vida.
He vivido los blancos de la vida,
sus equivocaciones, sus olvidos, su
torpeza incesante y recuerdo su misterio brutal, y el tentáculo
suyo acariciarme el vientre y las nalgas y los pies
frenéticos de huída.
He vivido su tentación, y he vivido el pecado
del que nadie cabe nunca nos absuelva.
Leopoldo María Panero