” El domingo 20 de octubre, hacia el mediodía, se avistó la costa india. Dos horas más tarde, el práctico subió a bordo del Mongolia. En el horizonte una cadena de colinas se perfilaba armoniosamente sobre el fondo del cielo. Pronto las hileras de palmeras que llenan la ciudad destacaron nítidamente. El paquebote penetró en la ensenada formada por las islas Salzette, Colaba, Elefanta y Butcher, y las cuatro y media se acercó a los muelles de Bombay.
Phileas Fogg estaba acabando en aquel momento su trigésima tercera mano de la jornada, y su compañero y él, gracias a una atrevida jugada en la que habían hecho las trece bazas, terminaron las agradable travesía con un espléndido slam.
El Mongolia no debía llegar a Bombay hasta el 22 de octubre, pero había arribado el 2o. Eso suponía que había ganado dos días desde su salida de Londres, dato que Phileas Fogg anotó metódicamente en la columna de ganacias de su itinerario.”
(Fragmento extraído de La vuelta al mundo en 80 días, editorial Vicens Vives. Traducción de Elena del Amo, ilustración de Robert Ingpen)